Una clienta me escribió dos días después de su segunda sesión diciéndome: "Sergi, me he sentido mal todo el día. El lunes estuve super bien y hoy fatal".
Quiero aprovechar este artículo para recordar qué puedes esperar de un proceso de coaching y dónde deberías poner el foco.
En este artículo vas a aprender
En un momento difícil, me has ayudado a creer conmigo y ver las cosas desde otra perspectiva. Me has hecho pensar y reflexionar constantemente para que yo mismo pueda encontrar mis respuestas ahora que ya no tendré tu ayuda, y me has dado herramientas para afrontar este largo camino con muchos ganas y con mucha ilusión, sólo por eso te estaré siempre muy agradecido. Encuentro que se ha hecho muy corto.
El anterior testimonio, de Adrià, refleja muy bien lo que puedes esperar del coaching. El coaching te ayuda a mirar hacia dentro para que aprendas a mirar hacia afuera con otra perspectiva. Te ayuda a conocerte y a amarte para que tu felicidad no dependa de tus circunstancias.
El objetivo de un proceso de coaching
El proceso de coaching NO está enfocado a hacerte sentir bien. Está enfocada a crear las condiciones para que nada te robe tu paz interior (ni siquiera "sentirte mal" debe robarte tu paz).
Si solo persigues "sentirte bien" como objetivo, estarás mal, pues la vida es un continuo cambio y aprendizaje. En vez de apegarte a "estar bien", ábrete a estar bien con estar mal. Es decir, que nada externo (y una emoción es algo también externo a ti) perturbe tu paz. Si logras vivir en paz con TODAS tus emociones (incluidas aquellas que nuestro ego etiqueta de "negativas" como la tristeza, el miedo, la culpa) puedes estar mal?
El objetivo del coaching es fortalecerte de tal manera que ya nada sea percibido como "malo".
El primer objetivo del coaching es ayudarte a comprender que todo lo que te ocurre es una bendición para fortalecerte. El Universo conspira continuamente para que te expandas y crezcas (y eso, muchas veces conlleva dejar atrás creencias limitantes y abrir el corazón y soltar emociones que no habíamos querido aceptar). El crecimiento no es siempre "fácil", "agradable" o "cómodo", pero a la larga es bueno pues te fortalece y te hace más sabio, amoroso y poderoso.
El primer objetivo del coaching es, por lo tanto, un cambio de perspectiva de tu realidad. En lugar de creerte víctima de tus circunstancias, te percibes como Creador de tu Vida y sabes que tus circunstancias están diseñadas para hacerte crecer si tienes la comprensión correcta y sabes aprovecharlas. Lo importante pues no es buscar "sentirse bien" sino buscar estar preparado para crecer y expandir nuestros límites actuales.
El segundo objetivo del coaching es dotarte de herramientas prácticas para que sepas transformarte, fortalecerte, o crecer (pase lo que pase externamente o interiormente). Es importante primero confiar y tener Fe que el Universo busca nuestro crecimiento (aunque "duela" por un momento) y saber atravesar ese proceso de transformación de la forma más sabia y amorosa posible.
La dimensión vertical y horizontal
El coaching pone énfasis en el equilibrio de las dos principales dimensiones del ser humano: la vertical y horizontal.
- La dimensión horizontal es el proceso natural biológico (nacer, crecer, tener hijos, trabajar, disfrutar de las relaciones y los placeres mundanos, y morir). También tiene que ver con todo aquello que mueve la sociedad: dinero, sexo, ciencia, tecnología, deporte, comunicación,...es lo que ocupa la mayor parte del tiempo de las personas de nuestra sociedad. Es una dimensión que nos lleva hacia fuera y nos conecta con los demás.
- La dimensión vertical es el proceso de auto-conocimiento, la búsqueda de "quién soy", "de dónde vengo y "a dónde voy", el "sentido de la vida", la auto-realización, la espiritualidad (que no es lo mismo que religión). Es un proceso interno y personal que nos conecta con nuestros valores, necesidades y por último, con nuestra identidad más profunda.
Actualmente la mayoría de personas viven en desequilibrio entre su dimensión horizontal y vertical. El coaching trata de remediar este equilibrio aportando un énfasis a la dimensión vertical (el trabajo interior), que es la que más descuidada está en la mayoría de personas. Así pues, en un proceso de coaching trabajamos primero la dimensión vertical (SER) y luego la dimensión horizontal (HACER) para TENER una vida más plena y Exitosa (en mayúsculas). Si sientes que no TIENES resultados como desearías, en lugar de sentirte mal por eso, esfuérzate en tu trabajo interior un poco más y ten FE que, con el tiempo, los resultados llegarán.
Llevamos años pensando, sintiendo y actuando de una determinada manera, y no podemos esperar cambios profundos en 2 sesiones. Has empezado un proceso de transformación y ahora tu ocupación debe ser tu trabajo interior diario. No pierdas energía preocupándote o fijándote en los resultados.
¿Qué hacer cuando te sientes mal?
Sentirse mal no es un problema. El problema es que NO aceptas sentirte mal. Vuélvelo a leer pues es una gran verdad que la mayoría de personas no han entendido. La Vida o el Universo no tiene ningún problema con la tristeza, con el miedo o el enfado. Esas emociones tienen el mismo respeto para el Universo que la alegría, el valor y la paz. Todas las emociones son aceptadas y tienen valor para el Universo (sino fuera así, no existirían), aunque no lo comprenda nuestro limitado ego humano.
Cuando te sientas mal debes aprender a relacionarte con ese "mal" (que puede ser una tristeza profunda, un miedo aterrador o un enfado descontrolado) con amor. Sí, esa es una de las principales herramientas que aprenderás en el coaching: aprender a aceptar y amar todas las emociones. Trata esas emociones como partes de tu personalidad. Puedes imaginar que hay un niño o una niña dentro de ti que siente todo eso "malo". Y tu eres la madre/padre de esa criatura y puedes sentarte a su lado, escucharla y abrazarla. Pruébalo y no busques sentirte bien, pues al estar apegado al resultado ("sentirte bien") dejas de estar presente a tu emoción (o a tu niño interior). Si te obsesionas con "estar bien", entonces, tu niño interior se siente "mal" pues no se siente aceptado tal y como es. Tu niño interior no quiere que le escuches con la intención de cambiarlo; quiere que lo escuches y lo aceptes tal y como es (sin quererlo cambiar). Si lo quieres cambiar (es decir, si te obsesionas en querer "estar bien"), tu niño se siente juzgado y rechazado, y eso hace que tu niño siga sintiéndose mal. Por lo tanto, despégate del resultado ("estar bien") y ocúpate de conocer a esa parte de ti que sufre y se siente mal. Ocúpate de abrirte a sentir más profundamente eso que tu ego etiquetó como "mal" y te sorprenderás.
Estar bien es cuestión de cambiar tu forma de pensar, sentir y actuar. Es un proceso que NO se aprende leyendo...sino con la práctica. Con el coaching que practico debes poner tu foco al trabajo interior (para aclarar tu mente, abrir tu corazón y fortalecer tu voluntad), tener paciencia y cultivar tu Fe. Es así como aprenderás a crear las condiciones para que te sientas bien, pase lo que pase.
Qué puedes esperar
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