Tener expectativas es humano. Restarles importancia es divino.
Si esperas que la Realidad se ajuste siempre a tus expectativas, vas a sufrir. Aprende a quitar importancia a los deseos (expectativas) de tu ego.
En este artículo vas a aprender
Recomiendo 100% el coaching con Sergi, al principio me sentí indeciso de ir a sus sesiones, pero desde la primera supe que valía la pena. Muchas gracias Sergi por esta experiencia, me has ayudado a encontrarme conmigo mismo, para entender lo que me pasaba. Nunca voy a olvidar tus lecciones y prácticas, ha sido un viaje muy revelador.
El anterior testimonio, de Oriol, refleja el tema de las expectativas con su comentario "al principio me sentí indeciso". ¿Cuántas veces somos presos de nuestras propias expectativas? ¿O de las expectativas de los demás? ¿Cuántas veces dejamos de tomar decisiones correctas por miedo a lo que pueda o no pasar? Por suerte, Oriol hizo caso a su intuición y se atrevió a desafiar sus miedos. No dejes que tus expectativas apaguen la voz de tu intuición.
Qué papel tienen las expectativas y las decepciones
Esperar un futuro igual o mejor que nuestro pasado es humano. Esa esperanza nos empuja a querer esforzarnos para construir nuestros sueños. Desear es por lo tanto sano y natural. Si no deseáramos no estaríamos vivos! La vida nace del deseo de dos personas (padre y madre) y desear está en nuestra naturaleza.
El problema surge cuando damos demasiada importancia a nuestros deseos o expectativas. Si le damos demasiada importancia a nuestras expectativas, viviremos apegados al resultado; viviremos creyendo que sin ese resultado no podemos ser felices. Ya hablé en otra ocasión que el problema aparece cuando le damos demasiada importancia algo.
La Realidad es como es, nos guste o no. Si vivimos apegados a nuestras expectativas, sufriremos decepciones. Qué papel tiene la decepción? Ayudarnos a retomar el contacto con la realidad.
Sufrimos porque nos damos cuenta que no vivíamos alineados con la realidad; vivíamos negando la realidad. El sufrimiento es un recordatorio de que debemos regresar a la realidad. Cómo? Soltando el apego a nuestras expectativas. Cuando soltamos el apego a nuestras expectativas, nos relajamos y nos abrimos a otras posibilidades (que pueden resultar mejores que nuestras expectativas). Pero si nos cerramos a la realidad, limitamos el abanico de posibilidades y sufrimos.
No hay expectativas sin decepción. Quien espera, desespera. Las dos van de la mano. Las expectativas nos alejan de la realidad actual e intentan imaginar un futuro distinto. Las expectativas no impulsan a crear algo nuevo y mejor. Y está bien seguir deseando e imaginando una mejor realidad. Pero si nos pasamos de la ralla, y seguimos enfocados en nuestros deseos (puestos en un futuro) y dejamos de conectar (y disfrutar) del momento presente,...entonces la vida nos presentará la otra cara de la moneda: la decepción. Lo hace para volvernos conscientes de la Realidad tal como es, para que aprendamos a aceptar (amar) nuestra realidad ahora (y dejemos de depositar la felicidad en un futuro que aún no ha llegado).
La importancia de soltar el apego a las expectativas
Desear y tener expectativas está bien, pero no podemos perder el equilibrio y dejar de disfrutar el momento presente o dejar de confiar en el Universo. Siempre hay que dejar la puerta abierta para que el Universo nos sorprenda positivamente.
Cuando ponemos mucho énfasis en el futuro (aplazando la felicidad a la consecución de ciertos objetivos), dejamos de vivir alineados con nuestra esencia. Cuando nos apegamos a las expectativas, vivimos desde el deseo y el miedo, y dejamos de vivir desde el gozo o el amor. Y el Universo quiere que aprendamos sobre todo a Amar y a confiar. Para el Universo no es tan importante que consigamos nuestros objetivos (o expectativas) sino que aprendamos a vivir en paz y en harmonía con todo. Por lo tanto, cada vez que nos alejemos de esa Expectativa (que tiene el Universo para nosotros), sufriremos la decepción de nuestras expectativas personales.
Si te fijas, estamos viviendo 24h apegados (en mayor o menor grado) a nuestras expectativas. Pondré algunos ejemplos:
- Esperamos que nuestra pareja mañana siga estando a nuestro lado.
- Esperamos que el coche siga funcionando.
- Esperamos que nuestra cita llegue puntual.
- Esperamos que nos respondan a nuestro whatsapp.
- Esperamos vivir muchos años y cumplir ciertos objetivos.
¿Y si nada de lo que esperamos está en los planes del Universo? Y si el Universo tiene otros planes (mejores) para nosotros?
Las cosas no son siempre como deseamos que sean pero siempre son como tienen que ser (o como el Universo quiere que sean). Y tenemos dos formas de responder antes la aplastante evidencia de los hechos: quejarnos (sufrir) o abrirnos y ver dónde está la oportunidad. La segunda opción requiere de rendir el ego y desarrollar la Fe en el Universo. Si no quieres sufrir, debemos aprender a rendirnos a la Voluntad del Presente y abrirnos con curiosidad para ver dónde está el "regalo" (present en inglés).
Una fórmula simple para soltar las expectativas
Cuando algo no suceda de la forma o en el momento que te gustaría que sucediera, pregúntate lo siguiente: "¿Cuál es la Voluntad del Universo ahora?" Y toma nota del Presente, pues ESA es Su Voluntad. Y luego, respira y di: "¿Cómo puedo alinearme más con la Voluntad del Presente? Si el Universo fuera amistoso (y lo es), ¿Dónde está la oportunidad? ¿Cuál es el deseo del Universo para mi? (no es lo mismo que "cuál es mi deseo") ¿Cómo sería vivir este momento libre del apego a las expectativas del ego?
Hazte este tipo de preguntas y trata de vaciar tu mente de expectativas. El Universo no sigue tus deseos, sigue tu corazón. Y recuerda que muchas veces el Universo (o el Presente) frustra tus deseos para que vuelvas a conectar con el amor, con la confianza, con la fe, con la paciencia, con la humildad. Todo esto es lo que el Universo espera de ti: que cultives tu corazón tanto (o más) que tu intelecto.
Para vaciar la mente de ideas sobre cómo tendría que ser el momento presente, usa la meditación. Simplemente relájate y respira poniendo atención a cómo es la realidad (libre de tus expectativas). Toma nota de cómo es realmente este momento cuando no lo juzgas ni comparas con nada. Ábrete a percibir este momento y maravíllate como si fuera la primera vez que lo ves. Si te abres completamente al momento presente, te vaciarás de tus expectativas. Eso es meditar: vaciarte de tus expectativas y abrirte al Presente tal y como es. Vivir libre del apego de las expectativas es vivir Libre del sufrimiento.
Estar bien es cuestión de aprender a balancear el vivir desde el corazón (que aprecia el Presente) igual que sabemos vivir desde la mente (con sus expectativas). Descubre cuáles son las expectativas realistas de un proceso de coaching.
Copyright © Sergi Mora