El coaching funciona como un catalizador. Produce cambios sin interferir en el libre albedrío del cliente.
El coach funciona como una bisagra: facilita que una “puerta” se abra y otra se cierre. La puerta que se abre son anhelos del alma, la que se cierra son apegos de la personalidad.
El coaching es pues como “un puente entre la personalidad del cliente y su Alma”.
Y ese cambio/transformación de lo viejo hacia lo nuevo requiere un proceso de varias intervenciones.
Primero el cambio se produce en el interior del cliente. Luego ese cambio se va materializando con pequeñas acciones en el mundo externo.
Y quería explicar hoy un secreto de como hacer que ese cambio hacia lo nuevo se realice de forma más rápida en el cliente. Una forma de ayudar al cliente a hacer el CLICK necesario en su conciencia para empiece a visualizar la nueva puerta de la que hablaba.
Es el mismo secreto que utilizaron 3 chinos en un hospital para curar a una persona de cáncer en pocos minutos… Si te interesa saber más, sólo tienes que hacer un click debajo.