Desarrollar la fuerza de voluntad es, junto con desarrollar el Amor y la Sabiduría, lo más importante en tu vida.

Desarrollar esos 3 aspectos te permite reinventarte.

Reinventarse es morir a quien eres y nacer a un nuevo yo, un Yo más Universal.

En cada momento, tenemos la posibilidad de elegir dos caminos: el camino fácil y conocido y que alimenta nuestro ego o pequeño “yo”, o el camino difícil y desconocido que sacrifica nuestros deseos personales para un Bien Mayor (“Yo” más Universal). Esa renuncia voluntaria, esa capacidad de sacrificio y de entrega a algo Superior, nos hace crecer como Seres Humanos más allá de lo que de forma natural sería posible en nuestra vida.

Pues el arte de reinventarse a uno mismo es, por un lado, un mecanismo natural que poseemos. Así como cada minuto mueren y nacen 16 millones de células en nuestro cuerpo, así pues de forma natural y no voluntaria, nos vamos reinventando.

Y por otro lado, el arte de reinventarse es un proceso artificial que requiere de nuestra voluntad, de nuestro coraje o poder. Pues en muchos casos sabemos lo que es correcto hacer (sabemos cuál es el Bien Mayor), pero no lo hacemos por miedo, o falta de coraje. Y así postergamos lo importante y perdemos oportunidades de reinventar nuestra vida.

Y eso tiene solución muy simple: se trata de desarrollar nuestro centro vital llamado “hara” en japonés o “tan-tien” en chino. Es el centro energético que nos unía a nuestra madre (a través del cordón umbilical).

cordon umbilical

El Hara está en el Centro de nuestro cuerpo y nos une a la Energía Universal, al Poder, a la Voluntad, a la Vida y también a la Muerte. Antiguamente los japoneses realizaban el hara-kiri, que es la forma más rápida (y por lo tanto, menos agónica) de quitarse la vida, pues en el Hara está el origen de nuestra Fuerza vital. Y donde está nuestra Fuerza, se acumula nuestra Energía y es la fuente de nuestro Coraje y fuerza de Voluntad.

Si quieres saber más sobre el Hara: http://www.osho.com/meditate/meditation-for-busy-people/hara-centering
Si el hombre responde a su vida con estrés, ansiedad o miedo, es porque se vive a sí mismo desde el intelecto, y no desde el sentimiento (que es otro centro, situado en el corazón y nos abre al Amor) y mucho menos desde el Poder (que está en el Hara y es el centro que más nos estabiliza).

Pero para bajar de la cabeza al Hara, hay que pasar por el Corazón. Es decir, no se puede activar el Poder si antes no se ha activado el Amor y el Servicio a los demás. Y ya sabemos qué importante es el “perdón” para abrir el corazón…

Una vez tu corazón está abierto y dispuesto a amar, puedes activar y desarrollar el Hara. Y para ello utilizaremos una técnica explicada por Osho que consiste en ir a dormir respirando desde el Hara.

Al acostarte, justo antes de dormirte, localiza con tus dedos el hara (a 2 cm por debajo el ombligo y 2 cm dentro de tu cuerpo). Es un punto muy pequeño. Respira desde allí, e imagínate que con cada respiración te vas haciendo más pequeño, como si fueras todo tu un ser pequeño que está respirando desde el hara. Te quedarás dormido, y eso está bien. Tendrás un sueño más profundo y reparador. Al levantarte, lo primero que debes hacer es otra vez localizar el hara y volver a respirar desde allí. Haz esto durante 5-10 minutos al acostarte y al levantarte y en 3 meses habrá crecido en ti tu Centro, el Centro que te une a la Fuente del Universo, a la Voluntad del Creador.

Roar Sheppard explica muy bien como hacerlo en este vídeo:

Reinventa tu Vida desde tus raíces más profundas. Desarrolla tu Centro y tendrás un Equilibrio, una Fuerza y una Seguridad que tu intelecto no puede imaginar.