La medición del impacto del coaching en los resultados de la empresa es un desafío constante. A pesar de ello, los departamentos de RRHH siguen contratando a coaches para mejorar el liderazgo de sus equipos, la motivación y la comunicación de sus directivos. Y por eso puedo afirmar que el coaching es rentable. La prueba es que el coaching empresarial es un fenómeno al alza y que el nivel de satisfacción de los clientes es muy alto (y por eso repiten).
Ahora bien, quien no haya experimentado nunca el coaching empresarial, puede albergar dudas sobre la eficacia y rentabilidad del coaching.
Para estas personas, la mejor respuesta es que “prueben” el coaching.
Pero ojo! no todo el mundo es coacheable! Para que el coaching funcione necestiamos un cliente abierto a ser coacheado, lo que significa:
a) Que tenga ganas de crecer como persona (motivación)
b) Que esté dispuesto a salir fuera de su zona de confort (compromiso)
c) Que se sienta amo de su vida y de cuanto le ocurre (responsabilidad)
Si la persona que prueba el coaching no cumple los anteriores requisitos, el coaching será un fracaso, y la rentabilidad será cero.
Pero si estás listo para ser coacheado y tienes un buen coach, la rentabilidad será grande pues lograrás crecer como persona más allá de lo que creías posible y de forma más fácil. Se puede cuantificar ese crecimiento? Cuánto vale esa satisfacción?
Cada uno que lo valore y llegue a su conclusión.