En coaching co-activo tenemos varias formas de desencallar al cliente cuando este se siente atascado y no avanza. Mencionaré 3 de estas formas, pero hay muchas más:
Utilizar la intuición, la curiosidad y el “meta-view” o visión de pájaro para desencallar al cliente
Cuando el cliente está encallado y parece que no avanza ni un milímetro, lo primero que haría como coach es probablemente seguir mi intuición. Hay algo que el cliente NO logra ver por sí mismo. Pero una cosa es que lo vea el coach y se lo explique al cliente, y otra muy diferente hacer que el cliente lo vea por sí mismo.
Para hacerle ver a mi cliente algo que le sirva para avanzar, se me podría ocurrir – por ejemplo – preguntarle a mi cliente si se siente autor de su vida. Y chequearía hasta qué punto el cliente cree que lo que tiene y le ocurre lo ha creado él.
Sí, ya sé que pensarás que hay veces en que “la suerte” o “las casualidades” existen, y que “hay cosas que no las creamos nosotros”. Aunque puedes tener razón, si fueras mi cliente te invitaría a que probaras de asumir que TODO, absolutamente TODO lo has creado (o atraído) tu mismo. Asúmelo por un día, haz como si fuera verdad por 24 horas. Siéntete autor de todo lo que sucede contigo y a tu alrededor. Y observa qué ocurre cuando piensas así.
Supongamos que te costara asumir al 100% la responsabilidad de TODO lo que te ocurre o tienes. Supongamos que aceptas ser el autor de tu vida en un 80%, y achacas una parte de tus males a un factor que no controlas. En ese caso, utilizaría mi curiosidad y te haría profundizar sobre ese “factor” que no controlas. Te invitaría a qué reflexionaras sobre qué es realmente lo que te incomoda:
a) Ese factor que no controlas
b) Tu reacción hacia ese factor
Si aún así, te siguieras sintiendo encallado, utilizaría el “meta-view”, es decir, te llevaría a ver tu situación desde un nivel mental superior. Así por ejemplo, te animaría a utilizar tu imaginación. Imagínate por un momento que tienes un “Alma”, y que ese factor lo hubiera puesto tu “Alma” por algún motivo. Qué crees que ese “Alma” está insinuándote? Qué aprendizaje o oportunidad podría esconder ese factor? Qué te estás perdiendo? Qué quiere tu “Alma” de ti? A qué estás diciendo que “sí” y a qué estás diciendo que “no”?
Si a pesar de estas estrategias siguieras igual de estancado, te preguntaría qué quieres hacer con tu vida en estos momentos (estoy utilizando la curiosidad):
a) Sentirte estancado y hacer qué eso represente un problema
b) Sentirte estancado y hacer qué eso represente una oportunidad
Y si eliges a) te invitaría a abandonar el coaching y buscar un terapeuta. Pero si eligieras b) te preguntaría “qué tipo de oportunidad” piensas que podría representar (curiosidad otra vez)…y a partir de allí, observaría que posibilidades se abren para avanzar.
Pero aún así el cliente puede sentirse encallado…entonces qué hacemos?
Si utilizara la intuición, igual descubriría que hay que revisar el objetivo que persigue el cliente. Y siguiendo mi curiosidad, descubriría qué ocurre realmente:
a) Igual no es un objetivo que le interese,
b) o quizá no está alineado con sus valores.
c) O quizá es un objetivo demasiado grande.
d) O quizá demasiado pequeño.
e) O quizá necesita otra estrategia para llegar a ese objetivo (ha probado de hacer todo lo contrario de lo que viene haciendo?).
f) O quizá se siente presionado por mi (el coach).
g) O quizá teme las consecuencias de lograr el objetivo!
h) O quizá necesita el apoyo de su entorno más próximo para seguir adelante.
i) O quizá es momento de un “respiro” y dejar de lado el coaching durante una temporada y se trata de vivir olvidando el objetivo. O quizás…
La lista es interminable.
La misión del coach es descubrir porqué está encallado?
No exactamente. La misión del coach es llevar al cliente a descubrir QUÉ haría que se desencallara y avanzara. Hay una pequeña y grande diferencia entre ambas (sería tema para otro artículo).
Y no perdería más de 2 sesiones averiguándolo. Sería agotador para ambos. De hecho, me gusta desencallar a mis clientes en 20 minutos y que el cliente venga a la siguiente sesión con la sensación de que avanza o aprende.