Alguien dijo una vez que si no sabes lo que quieres, acabarás teniendo lo que no quieres. Y si sabes lo que quieres, y lo quieres mucho, acabarás consiguiéndolo.
Ayudar al cliente a saber lo que quiere es importante.
Es la esencia de lo que llamo “dar dirección“.
Y cómo ayudarlo con el coaching?
Hay varias formas, y todas ellas se complementan:
1) Primero, ayudándolo a definir lo que NO quiere. Y hacerle ver POR QUÉ no lo quiere.
Si le haces coaching en esa dirección, acabará descurbriendo QUÉ es importante para el cliente. Descubriréis juntos sus VALORES, y a través de ellos llegaremos a descubrir QUÉ quiere.
2) Segundo, ayudándole a ver qué miedos le separan de lo que quiere. A veces uno no sabe lo que quiere porque hay un MIEDO que le impide verlo con claridad. A qué debe RENUNCIAR tu cliente para conseguir eso? Qué hay más allá de su actual zona de confort? Qué riesgos no se atreve a tomar? Qué mentira se cuenta el cliente a sí mismo? A qué está renunciando y qué consecuencias tiene eso? Ayúdale a ver qué hay “fuera” de su zona de confort. No te enfoques en lo que quiere. Explorad el “camino hacia” lo que quiere, y eso significa que exploréis lo que hay “fuera” de la zona actual donde se siente confortable.
3) Tercero, ayúdale a definir qué es el ÉXITO para él o ella. Qué significa ese concepto para él? Y el fracaso? Qué es más importante que el éxito o el fracaso? Profundizad en esa dirección y os acercaréis en lo que realmente quiere el cliente.
4) Cuarto, ayúdale a centrarse en el presente. Su mente puede estar desenfocada y por eso pierde CLARIDAD de lo que quiere. Trae a tu cliente en el PRESENTE. Allí palpita su corazón. Su mente está atrapada entre el futuro y el pasado. Pero la claridad está en el presente, en el corazón. Tráelo de vuelta a su corazón. Es la mejor forma de ganar claridad. Y ayúdale a recuperar su energía que se va por mil y un caminos que le apartan del presente. Probablemente tiene entre 25 y 50 compromisos o proyectos que no ha resuelto (por ejemplo: mandar un email a un amigo, comparar hipotecas, reparar desperfectos de la casa, planificar las vacaciones, comprar un regalo para su pareja, llevar el coche al taller, hacer un trabajo en grupo,…me sigues?). Esos compromisos no resueltos le roban energía psíquica y le apartan del presente. Le roban claridad. Por lo tanto, ayúdale a tomar perspectiva de todo eso que tiene PENDIENTE en su cabeza. Enséñale si hace falta los principios de la metodología Getting Things Done (uno de mis mejores descubrimientos para organizarte con eficacia, por cierto).
5) Quinto, ayúdale a recordar qué le gustaba cuando era pequeño. Y descubre si hay algo de eso que ahora le falta. Es probable que no tenga bien cubiertas sus NECESIDADES más importantes. Por ejemplo, si de niño disfrutaba como un loco corriendo por el campo…con el coaching puedes averiguar si era la “LIBERTAD”, o bien “LA NATURALEZA”, o lo que sea, lo que le hacía vibrar. Ayúdale a cubrir esas NECESIDADES primero, y verás como lo que QUIERE pierde importancia. Primero enséñale a detectar y cubrir sus necesidades, y verás como él mismo empezará a saber qué quiere.
6) Hay más formas que no comento aquí. La última de todas es compartiendo tu experiencia o dando tu opinión. Pero esta última debe hacerse con precaución.